Señor Borras:

Es un error muy común suponer que todo aquel que no habla todo el día de solidaridad, critica el  "neoliberalismo salvaje" y está a favor de ... bien, no se sabe muy bien a favor de qué, es un ser detestable que está al servicio de los ricos y a favor de la explotación de los pobres. Esos obsoletos tópicos no ayudan a solucionar los problemas y, además, son falsos. En mi caso particular, debo decirle que yo no estoy al servicio del gran capital sino, muy al contrario, estoy al servicio de los pueblos africanos para los que trabajo con el objetivo de eliminar la pobreza y ayudarles a generar desarrollo económico. Me entristece ver que, aunque ya estemos en el siglo XXI, haya gente como usted que siga repitiendo las mismas naderías que ya se decían en los años cincuenta.

Segundo, aunque también es común acusar a los europeos de todos los males de Africa, decir que el “origen de la miseria de Africa es el colonialismo europeo” es simplemente falso. A finales del Siglo XIX (cuando empezó la colonización a la que usted se refiere), la gran mayoría de pueblos africanos vivían en condiciones de subsistencia, en la prehistoria (literalmente, pues todavía no habían desarrollado la escritura). Es cierto que los europeos fueron allí a robar materias primas y todo lo que pudieron, pero ese no fue el “origen” de su pobreza. Lo eran hacía muchos milenios.

Tercero, que Africa sea pobre hoy, en un mundo mundializado, no quiere decir que su pobreza sea por culpa de la mundialización (de hecho, le emplazo a leer el artículo “El Retorno de Nyerere” en esta misma página para ver las que creo que son las causas de la pobreza de Africa: las guerras y el anticapitalismo que usted profesa). Seguramente el programa 30 minuts y el señor Oliveres son grandes expertos de Africa y no voy a ser yo quien se lo discuta. Pero si lee mi artículo detenidamente, verá que son los propios líderes africanos (que, debemos suponer que de Africa, también deben saber algo) los que dicen que con la condonación de la deuda no se soluciona nada sino que quieren vender los productos que ellos producen con su propio trabajo. También dicen que es el proteccionismo europeo el que se los impide. No lo digo yo. ¡Lo dicen ellos!

 Ya sé que el señor Arcadi Oliveres (a quien, intuyo, "conoce" bastante bien y quien, además de presidente de Justicia y Paz, es líder de un grupo antiglobalización que lleva el violento nombre de “Attac”; por cierto, ¿como se puede llevar al mismo tiempo el sombrero de “paz” y el de la violencia callejera antiglobalización?) es un gran experto en temas de desarrollo y ya se que en su contraportada dice que la deuda es una vergüenza (sin mencionar que, actualmente, los países africanos NO pagan ni intereses ni principal de la deuda o, mejor dicho, lo hacen con nuevos fondos proporcionados por el FMI y los acreedores por lo que, en realidad, la deuda NO supone una reducción de recursos para los países africanos, aunque a usted le cueste creerlo; las únicas excepciones son Angola y la Costa de Marfil e incluso estos dos países fueron recipientes netos de recursos hasta el 1996). Ahora bien, de ahí a decir que esa afirmación del profesor Oliveres es una “brillante descalificación” de mi argumento que dice que “el proteccionismo europeo no permite a los africanos vender en Europa y, por lo tanto, es una de las responsables del subdesarrollo africano” es una cosa que se me escapa. Usted hubiera podido utilizar su espacio para explicárnoslo. Sin embargo, usted prefirió utilizar sus líneas para intentar descalificarme con acusaciones de estar “al servicio del capital”, de "desviar responsabilidades" o de tener un “escaso rigor histórico atribuibles al espejismo de Davos” o de insultarme con frases tan vulgares como “apóstol del pensamiento único” (¿de verdad no se le ocurrió nada más original?).

Si hubiera razonado sus argumentos, el debate hubiera tenido un nivel intelectual un poco superior. Es una pena que no lo hiciera.