Moral sexual

En "La Vanguardia" del día 1/VII/2001 dos destacados economistas dialogan sobre la globalización. Cada uno replica las afirmaciones del otro, pero en un punto están los dos de acuerdo:

Xavier Sala i Martín: "Ahora podríamos cargarnos la Iglesia católica porque se niega a distribuir condones y contribuye a la extensión del sida". Arcadi Oliveres: "En este tema, haríamos bien."

Señores economistas, si las personas solteras o casadas, viudas o separadas, cumplieran los preceptos del decálogo en materia sexual que predica la Iglesia católica, los preservativos no serían necesarios para evitar el sida. Además, no creo que la prohibición de la Iglesia católica influya significativamente en el uso de los condones. A quienes pasan por alto su moral sexual poco puede importarles su prohibición sobre el uso de condones. Contra el sida, no sólo hay que prevenirse con preservativos, sino principalmente con la abstinencia, que es más segura y más barata. Pero, ¿quién se apunta a ella?

ÀNGEL PLA I TOMÀS
Barcelona