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LA CONTRA
PROFESOR DE ECONOMÍA Y ASESOR DEL FMI
Tengo 38 años. Soy de Cabrera de Mar y vivo en Nueva York. Me doctoré en Economía en Harvard y doy clases en Columbia. Me he especializado en economía de países pobres, y asesoro en ese campo al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial. Soy catalanista. Soy liberal. La globalización es la solución para el Tercer Mundo
XAVIER SALA I MARTÍN: "Bové defiende sus cabras, no a los pobres"

BOMBAY
Sus alumnos de la Pompeu se arremolinan ante su despacho: día de revisión de exámenes. Tras terminar el curso en Columbia, Sala pasa aquí dos meses, para empalmar ahora con el FMI. No para, se divierte con su trabajo, y eso se nota en su libro, "Economia liberal per a no economistes i no liberals" (editado por Pòrtic-Dèria), un modelo de divulgación diáfana fiel a su explícito título. Entra una alumna con el libro: "¿Me lo dedica, por favor?" "Sí..., pero léetelo." Sala encarna el pensamiento liberal con tal brillantez que sus argumentos resultan seductoramente convincentes, pero no descarto haber sido deslumbrado por sus corbatas y americanas... "Algunas me las hace un modisto de Bombay. Tiene mis medidas, le pido un color y él me las envía." ¡Globalización!
La Vanguardia - - 03.45 horas - 24/08/2001
VÍCTOR-M. AMELA
ROSER VILALLONGA
Xavier Sala i Martín

Menuda corbata! ¡Y vaya americana!

-¿Le gusta? Los señores del Fondo Monetario Internacional (FMI), que van todos de gris o azul marino, me ponían pegas.

-¿Y qué hizo usted?

-Como permiten que la gente use el traje típico de su país, ¡amenacé con ir de pastor con barretina! Aceptaron mi indumentaria. Y yo cumplo: sus normas piden traje y corbata, ¡pero no especifican nada sobre colores!

-¿En qué consiste su trabajo en el FMI?

-El FMI presta dinero a países pobres y en cada préstamo pide consejo a expertos en economía de países pobres, que es mi caso.

-¿Qué tipo de consejos ha dado ya?

-Les insisto en que la gente de esos países no son tontitos: es mejor que ellos nos digan qué necesitan a que lo decidamos nosotros.

-Y cobrarles luego buenos intereses...

-Al contrario: el FMI les presta lo que ningún banco quiere prestarles, y lo hace con intereses más bajos que los de mercado.

-¡Santos varones!

-Aquí no se trata de ver quién es más bueno, sino de ver cuál es la manera más eficaz de impulsar la economía de esos países.

-¿Y cuál es la mejor manera?

-La globalización.

-Antes de seguir, aclarémonos: ¿qué es la globalización?

-La globalización consiste en que circulen libremente por todo el mundo cinco cosas, las mismas para todos: información, mercancías, capitales, tecnologías y personas.

-¿Personas? ¡Si les ponemos barreras!

-Porque la globalización aún no existe. Existe en Europa, donde se da la libre circulación de las cinco cosas, pero no a escala mundial, para desgracia de los países pobres: ni pueden venir las personas, ni les llega la información (a cuatro ricos, sólo), ni van los capitales, ni pueden vendernos sus mercancías.

-Pues que produzcan, que nos vendan...

-Es que no les dejamos: a sus mercancías les imponemos un 15% de impuestos arancelarios en Europa y Estados Unidos...

-¿El Primer Mundo es antiglobalizador?

-Con el Tercer Mundo, sí, ya ve... Encima, los europeos subvencionamos con ¡1.000 millones de dólares diarios! nuestra agricultura. Y, claro, ¡es fácil inundar los países pobres con esos productos subvencionados!

-Entiendo: no pueden competir, pobres.

-Tanzania tuvo que tirar el año pasado 40 millones de litros de su leche... porque las estanterías de sus tiendas estaban llenas de leche holandesa, más barata, subvencionada por la CE. Si fuésemos globalizadores de verdad no subvencionaríamos nuestra leche y Tanzania podría beber su propia leche y vendérnosla incluso a nosotros.

-Pero los ganaderos holandeses se pondrían como monas...

-¿Por qué cree que se queja José Bové, el líder de la antiglobalización? ¿Porque quiere ayudar a los países pobres? ¡No! Defiende el queso de cabra porque él tiene cabras. Defiende sus cabras, no al Tercer Mundo.

-Pero sí es cierto que la globalización amenaza los usos y gastronomías regionales...

-¿No le gusta a usted tener todo tipo de restaurantes para escoger? ¿Y significa eso que la cocina española o catalana retroceda? ¡Pero si es al revés, si es ahora cuando más fuerza tiene en el mundo la cocina catalana!

-Pero el inglés lo dominará todo.

-Pues en mi página por Internet meto cosas en catalán que pueden hoy leerse en todo el mundo, ¡y me responden desde China!

-Pero las economías locales....

-Yo estoy a favor de que los marroquíes pesquen en sus costas. Antes pagábamos un cheque a Marruecos para pescar nosotros. ¿Y quién se lo quedaba? Ahora sabemos que muchos marroquíes vivirán de su trabajo y quizá no tengan que meterse en una patera.

-Y los pescadores andaluces, ¿qué?

-Ya los reciclaremos, como a los agricultores. Lo interesante para un país es: facilitar que vengan multinacionales, no poner trabas y dar buena educación a la población.

-Hay países en los que la gente tiene que elegir entre educarse o alimentarse...

-Cierto. Por eso en algunos países el "malvado" Banco Mundial ha empezado a pagar salarios a niños si, en vez de ir al campo a trabajar, van al colegio. A niñas, sobre todo.

-¿Qué separa a un globalizador como usted de un antiglobalizador?

-Ellos ven la globalización como problema, cuando es la solución. Ellos quieren repartir pescadito a los pobres, cuando es mejor enseñarles a pescar. Ellos quieren frenar el mercado con un gobierno mundial planificador -¡esto es marxismo!- y yo prefiero a los individuos que comercian libremente.

-¿No hay que poner límites al mercado?

-Claro que sí: el respeto al derecho de propiedad (no como en Rusia, donde los oligarcas han robado de todo), la igualdad de oportunidades (educación y sanidad) y la garantía de libre competencia (evitar abusos monopolísticos). A eso debe limitarse el gobierno.

-¿Lo hacen bien los gobiernos de España?

-Por desgracia, han privatizado más que liberalizado: han pasado empresas públicas a manos privadas (de amigos), ¡cuando lo que nos interesa es que liberalicen, que haya más ofertas compitiendo en cada sector!

-La competencia capitalista ha fomentado grandes desigualdades...

-Al revés: el capitalismo ha sacado al mundo de la pobreza, de la mera subsistencia. Más bien las desigualdades hay que atribuirlas a regímenes totalitarios, corruptos e ineficaces: en 1980, China e India abandonan la planificación socialista, empezaron a recibir empresas y... ¡en 20 años, 300 millones personas han dejado de ser pobres!




[Jueves, 23 de agosto de 2001]



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