Premios
Xavier Sala recibe el Premio de Economía Rey Juan
Carlos
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Cinco Días / MADRID (02-12-2004) |
Publicado en: Edición Impresa - Economía |
El economista catalán Xavier Sala i Martín (Barcelona, 1963) recibió
ayer el Premio de Economía Rey Juan Carlos I, concedido por la Fundación
'José Celma Prieto', en reconocimiento a sus aportaciones teóricas sobre
el crecimiento y el desarrollo económico. Sala i Martín es catedrático
en la Universidad de Columbia y ha impartido clases como profesor
visitante en las universidades de Harvard y Pompeu Fabra.
Enfundado en una llamativa chaqueta verde con vacas estampadas, Sala
pronunció un emotivo discurso en el que expuso los lastres que frenan el
desarrollo económico de África. Guerras, enfermedades, ausencia de
instituciones públicas fiables, escasez de inversión y, sobre todo,
falta de acceso a la educación son, en su opinión, las razones detrás
del subdesarrollo africano.
Sala donará los 72.000 euros del galardón a la Fundación Umbele, una
organización de la que es cofundador y que se dedica a facilitar el
acceso a la escuela en los países africanos.
El Rey Juan Carlos entregó el galardón a Sala, en un acto celebrado
en el Banco de España al que también acudieron el vicepresidente segundo
del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes; el gobernador Jaime
Caruana y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
Además asistieron varios miembros del jurado, como el profesor Enrique
Fuentes Quintana, o el ex gobernador del Banco de España, Luis Ángel
Rojo, ambos galardonados con este mismo reconocimiento en ediciones
anteriores. Y financieros y empresarios como José Ignacio Goirigolzarri,
consejero delegado del BBVA; Ángel Ron, copresidente del Banco Popular;
y César Alierta, presidente de Telefónica.
Caruana, que actuó como jefe de ceremonias, calificó a Sala como uno
de los economistas de mayor prestigio y proyección internacional y uno
de los autores más influyentes de la última década. El gobernador
resaltó la importante contribución de Sala a la macroeconomía moderna y,
en particular, la relevancia de su trabajo en el campo del crecimiento y
el desarrollo, que consideró una 'bocanada de aire fresco'.
El premio Rey Juan Carlos I de Economía, de carácter bianual, fue
instituido en 1986 por la Fundación 'José Celma Prieto' para reconocer
la trayectoria científica o profesional de personalidades españolas y
latinoamericanas en la economía. Este reconocimiento ha sido otorgado a
Luis Ángel Rojo (1986), Andreu Mas (1988), Julio Segura (1990), Miguel
Mancera (1992), Gabriel Tortella (1994), Salvador Barberá (1996),
Enrique Fuentes (1998), Guillermo Calvo (2000) y Juan Velarde (2002).
'Los economistas estamos aquí para ayudar a la
gente a superar la pobreza'
Xavier Sala i Martín cree que 'el trabajo de los economistas
tiene que ir mucho más allá de la elegancia de los modelos matemáticos y
tiene que ayudar a toda la gente a salir de la terrible situación de
pobreza en la que vive'. Sala llegó a esta conclusión cuanto tuvo que
trabajar rodeado de la extrema miseria en Bolivia, por encargo de su
mentor, el profesor Jeffrey Sachs.
Extrovertido y heterodoxo en las formas (el Premio Nobel Bob Mundell
le convenció para ir a trabajar a la Universidad de Columbia diciéndole
que 'un hombre que viste con chaqueta de color fucsia sólo puede vivir
en Nueva York'), Sala i Martín ha sido capaz de trasladar este espíritu
a la teoría económica y, en concreto, a la búsqueda de soluciones para
el atraso económico de África.
En su alocución de ayer, Sala reseñó que la economía no funciona en
los países en guerra y recordó que desde la independencia africana casi
todos los países africanos han estado involucrados en conflictos bélicos.
Se refirió también a las enfermedades (malaria y SIDA), y defendió el
fondo global creado por la ONU para combatirlas, pues sin la ayuda de
los países desarrollados 'Africa no será capaz de superarlas'. Además
vinculó la escasa inversión en Africa a la inestabilidad política y
militar, a la inseguridad en materia de regulación y, como no podía ser
menos, a los efectos perniciosos del proteccionismo agrícola de Europa y
Estados Unidos.
'Las subvenciones a los agricultores de Europa y EE UU son obscenas'