Sala pide liberalizar el comercio para sacar a
África de la pobreza
El profesor recibió el premio
de Economía Rey Juan Carlos
El economista Xavier Sala i Martín, que
ayer recibió el premio de Economía Rey Juan Carlos, atribuyó a las
guerras, las enfermedades y, sobre todo, al proteccionismo agrícola
europeo y estadounidense, las dificultades de África para salir de la
pobreza.
Sala donará la dotación económica del premio a
la Fundación Umbele, que trata de facilitar escuelas a los niños
africanos |
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LA VANGUARDIA - 00:00 horas -
02/12/2004
"África no podrá salir de la pobreza mientras una vaca europea reciba
una subvención de 7 euros al día y un africano tenga que sobrevivir con
un euro diario". Ésta fue una de las afirmaciones que ayer hizo Xavier
Sala i Martín después de recibir de manos de su Majestad el premio de
Economía Rey Juan Carlos.
El prestigioso y joven profesor sorprendió a su selecta audiencia, tanto
por su original vestimenta -una chaqueta verde salpicada de vacas- como
por su divertido discurso, pese a la gravedad y el dramatismo del asunto
elegido: cómo sacar a África de la pobreza.
El profesor Sala, que comparte cátedra en Columbia con el premio Nobel
Josep Stiglitz y también es profesor visitante de la Universitat Pompeu
Fabra, se ha especializado en la investigación de los problemas de
crecimiento y desarrollo económico. Explicó que ese campo no estaba de
moda cuando él lo eligió, pero que en un viaje a Bolivia vio por primera
vez "la pobreza y la miseria de verdad", por lo que decidió que debía
dejar "los elegantes modelos matemáticos" e intentar "ayudar a toda esa
gente a salir de la terrible situación en la que vivía".
Tras saludar en catalán a su familia y a otras instituciones catalanas
presentes en el acto, entre ellas, La Vanguardia,de la que es
colaborador regular, Sala centró su discurso en África, el continente
más pobre de la Tierra, del que hizo una terrible descripción -más de 14
millones de huérfanos recorren el África del sida- e intentó avanzar
algunas ideas y soluciones.
El profesor insistió en que las guerras, las enfermedades, la falta de
inversión y de instituciones públicas fiables y la dificultad de acceder
a la educación impiden la superación de la pobreza en el continente
africano. Pero también dijo que las barreras arancelarias impiden a
estos países vender sus productos al mundo desarrollado, por lo que
abogó por la liberalización del comercio que, a su juicio, es lo que ha
permitido a países como China empezar a salir de la pobreza. "La
globalización es buena y punto", concluyó.
Se refirió también a las enfermedades, principalmente la malaria y el
sida, y defendió el fondo global creado por la ONU para combatirlas,
pues sin la ayuda de los países más desarrollados, insistió, Africa no
será capaz de superarlas.
Vinculó la escasa inversión que reciben los países africanos a la
inestabilidad política y militar, al marco regulatorio poco fiable y a
la corrupción de la mayoría de sus gobiernos. Sala hizo especial
hincapié en el factor de la educación y en las barreras de acceso,
económicas fundamentalmente, que se encuentran los niños africanos para
acceder a ella. En este sentido, comentó el trabajo que está haciendo la
Fundació Umbele, de la que es cofundador, dedicada a facilitar el acceso
a la escuela en los países africanos. Sala anunció que donará a esta
fundación los 72.000 euros, con los que está dotado el premio, cantidad
que permitirá, aseguró, ofrecer un futuro mejor a cerca de mil niños.
Además del Rey, al acto asistieron el vicepresidente segundo del
Gobierno, Pedro Solbes, el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana,
la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre y el profesor
Andreu Mas-Colell, al que Sala considera "el mejor economista español
del siglo XX".
Caruana opinó que Sala es uno de los economistas de mayor prestigio y
proyección del momento y uno de los autores más influyentes en el ámbito
económico de la última década. El gobernador resaltó su importante
contribución investigadora en la macroeconomía moderna y, en particular,
la fecundidad de su trabajo en el campo del crecimiento, que consideró
una "bocanada de aire fresco".
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