EXPANSION (Jueves 8 de julio, pg.29)
PREMIOS Y PREMIADOS
La concesión del prestigioso Premio de Economía Rey Juan Carlos a Xavier Sala-i-Martin, catedrático de la Universidad de Columbia, reconoce la considerable influencia intelectual de este joven economista catalán cuyos trabajos sobre las causas del desarrollo económico y un amplio abanico de temas relacionados (difusión tecnológica, distribución de la renta, inflación, finanzas públicas, políticas sanitarias, seguridad social, etc.) se encuentran entre las mas citadas en la literatura académica durante la última década. Ello, junto a su generoso esfuerzo de divulgación del razonamiento económico a través de numerosos libros y colaboraciones en la prensa y otros medios, le ha convertido en un referente imprescindible en el panorama económico nacional e internacional desde mediados de los noventa. Se trata de un economista académico de primerísima fila, con una inusitada capacidad creativa para abordar temas de amplia trascendencia socioeconómica, transformando el conocimiento existente en nuevas ideas de las que se derivan importantes prescripciones teóricas y empíricas.
Tras licenciarse en Economía en 1985 en la Universitat Autónoma de Barcelona, se
doctoró en 1990 en la Universidad de Harvard, bajo la supervisión de Robert
Barro, con una tesis sobre el análisis de los modelos neoclásicos de crecimiento.
Sus trabajos, plasmados en uno de los libros de texto mas vendido en los
últimos años, Economic Growth, y en infinidad de artículos en las
revistas profesionales de mayor prestigio internacional, han dado lugar a una de
las áreas de investigación mas relevantes en la actualidad: el análisis de los
determinantes del desarrollo económico y la posible existencia de procesos de
convergencia en la renta per cápita de los países a lo largo del tiempo.
Partiendo del conocido modelo de crecimiento de Robert Solow, de acuerdo con el
cual los países con escasa intensidad de capital tienen una productividad del
capital mas elevada (por la existencia de rendimientos decrecientes en cada
factor de producción), una tasa de inversión mas alta y, por tanto, una mayor
capacidad de crecimiento, Barro y Sala-i-Martin derivaron la forma mas popular
de contrastar dichas predicciones a través de las llamadas regresiones de “Barro
y Sala”, dejando una impronta duradera en una literatura que no ha parado de
crecer desde entonces. El análisis del papel de las instituciones, la movilidad
del trabajo y capital, la composición sectorial, la difusión de la tecnología,
la localización geográfica, etc. han ido añadiendo contenido a un campo de
investigación cada vez mas extenso y con mayor influencia en la actuación de las
grandes instituciones económicas a nivel mundial.
Si hubiera que destacar una faceta del galardonado, destacaría su pasión por
defender la racionalidad económica frente a aquellos que promueven un mayor
grado de intervencionismo en el funcionamiento de los sistemas económicos.
Frente al liberalismo ramontano de algunos, frecuentemente vacío de contenido,
siempre defiende sus ideas con argumentos contundentes y bien fundamentados
intelectualmente. Uno podrá o no acabar compartiendo sus ideas, pero resulta
imposible no acabar admirando su solidez. Buenos exponentes de esta forma de
proceder son su conocido libro de divulgación Economía Liberal para No
Economistas y No Liberales, auténtico manantial de buenas argumentaciones
para la defensa del pensamiento liberal, o sus influyentes trabajos recientes
sobre la evolución favorable de la distribución de la renta en el mundo desde
los ochenta, polemizando con la visión extendida en la izquierda de que la
libertad del comercio empeoró la misma, a la que la revista The Economist
ha dedicado varios artículos
este año.
Finalmente, cabe señalar que tanto este premio como otros recientemente concedidos a destacados jóvenes economistas españoles- los Premios Jaime I y Fundación Banco Herrero concedidos a Jordi Galí (Universitat Pompeu Fabra) y Roberto Serrano (Brown University), respectivamente- apuntan a un cambio en la tendencia de otorgarlos a economistas de anteriores generaciones que ejercieron la importante tarea de divulgar la ciencia económica en nuestro país. Parece haber pues detectarse una nueva correlación entre premios y premiados reconociendo los logros de una nueva cohorte de investigadores que, gracias a la labor de sus predecesores, han contribuido significativamente al avance del conocimiento económico de acuerdo con las pautas científicas homologadas internacionalmente.
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Miembro del Consejo Editorial de Actualidad Económica y Expansión.