JOSÉ ANTICH - 02:46 horas - 11/06/2004
La opinión pública mundial y de una manera muy especial, obviamente, la norteamericana está despidiendo con grandes elogios al recientemente fallecido Ronald Reagan. Artífice destacado en el fin de la guerra fría y motor imprescindible para la recuperación de la autoestima como nación, hoy nadie discute que el 40.º presidente de Estados Unidos ha sido uno de los grandes presidentes. En España, donde demasiadas veces se está a punto para censurar lo que viene del otro lado del Atlántico, una izquierda simplista tendió a ridiculizar a Reagan. Actor de segunda, político de pocas luces incapaz de leer informes de más de un folio y reaccionario son adjetivos que fácilmente se encontrarían en las hemerotecas. De lo mucho que se ha escrito estos días, me llama la atención el artículo que publicamos hoy sobre el ex presidente de Xavier Sala Martín, el profesor de la Universidad de Columbia que desde hace más de tres años colabora con nosotros y que conoce bien la sociedad europea y a su vez la norteamericana. Destaca Sala Martín el liderazgo de Reagan y lo contrapone al vacío que existe en el Viejo Continente para encontrar estas figuras. Así se expresaban también hace una semanas en un foro de Caixa Manresa González y Pujol. Y es que quizás los políticos de hoy se caracterizan menos por defender sus principios y más por escuchar lo que la gente quiere de ellos. Y liderar es tirar de un pueblo, no ponerte el primero de la fila.