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Entrevista Julio 2004 >>
Xavier Salá i Martín |
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Y yo le puedo enseñar listas de empresarios
pobrísimos, que han hecho malos negocios.
Capital: ¿Qué es lo que más
le atrae de EEUU? Sala i
Martín: La facilidad con que se crean
pequeñas empresas. Tú preguntas a los
norteamericanos: "¿Qué quieres ser?", y la
mayoría quiere poner su empresa para hacerse
rico, desde los niños hasta los universitarios.
Pero aquí, en España, todos quieren ser
funcionarios o trabajar en La Caixa.
Capital: Aun así, somos la
novena potencia gracias a que nuestros productos
son baratos y competitivos. Sala i
Martín: Cuando las economías son
pobres, pueden y deben competir en productos
baratos, salarios bajos, turismo barato. Pero
esta competitividad muere del propio éxito,
porque vendrán muchas empresas, te harás rico, y
eso quiere decir que subirán los salarios y
dejaremos de ser competitivos. Llegará un
momento que el proceso de crecimiento económico
se tiene que transformar: no basta con producir
lo mismo más barato, sino que hay que producir
cosas nuevas. Y aquí es donde llega la
innovación, que es lo que saben hacer los
norteamericanos. Esa innovación no la hacen las
grandes empresas. Microsoft innova debido a que
se acerca a esos chavalitos que salen de la
universidad que se inventan una cosa para poner
en ese programa. |
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Capital: ¿Y eso se debe al
carácter americano o a sus leyes?
Sala i Martín:
Históricamente, son gente distinta. Los que nos
quedamos en este continente teníamos la vida más
segura. Los que se fueron allí eran los que se
arriesgaban, los que buscaban, los que se
escapaban de las persecuciones. Todas esas
grandes masas de inmigrantes escapaban del poder
excesivo del gobierno y ellos crearon un sistema
legal, económico y social en donde se minimizaba
la acción del gobierno y se maximizaba la
libertad
individual. Capital: ¿Por
qué lo americano es lo que más gusta y lo que
más se odia en Europa? Sala i
Martín: Es el síndrome del derrotado.
Tú vas por España y preguntas a la gente a qué
equipo odia, y te dirán que al Real Madrid.
Odian al que gana. Estados Unidos gana en todas
las peleas históricas, gana la carrera
tecnológica, la carrera militar, la carrera del
poder, la carrera económica, hasta la carrera
cultural. La cultura hoy es norteamericana. La
única cosa en que no nos han derrotado aún, y en
lo que nosotros podemos estar orgullosos, es en
el llamado Estado de Bienestar. Tenemos
hospitales y escuelas gratis... pagados a través
de impuestos y no a través de precios. El
problema es que eso es insostenible. Por lo
tanto, pronto va a venir la derrota en ese
campo, porque no vamos a poder pagar este gran
Estado de Bienestar.
Capital: ¿Cree que Aznar
hizo bien acercándose a EEUU?
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Sala i Martín: En la vida,
si quieres que las cosas vayan bien, tienes que
estar con los que mandan. Y en el mundo manda
Estados Unidos. El problema de Aznar es que no
lo vendió bien. La mayor parte de los países
europeos dieron su apoyo a la guerra. Decir que
abandonamos Europa para irnos a Estados Unidos
es mentira. Capital: ¿Le
recomendaría a Pedro Solbes, el vicepresidente
económico, mantener el déficit fiscal a
cero? Sala i Martín: Solbes
tiene presiones de los otros ministros para
aumentar el gasto social, "porque somos
socialistas". Y esto ya me indica que pronto
empezaremos a ver el déficit. Creo que no es
malo tener déficit, mientras no sea crónico. Me
explico: cuando entras en crisis, pasan dos
cosas: una, que te baja la recaudación, y dos,
que el gasto te sube por culpa del paro. Por
tanto, si tu fanatismo fundamentalista de
déficit cero te obliga a equilibrar otra vez,
sólo puedes hacer dos cosas: subir los impuestos
o bajar el gasto. Subir los impuestos, ¿a qué
conduce? A empeorar la crisis. Y si bajas los
gastos, posponiendo, por ejemplo, las obras de
la carretera, despides a toda esa gente que iba
a hacer la carretera porque necesitas el dinero
para el subsidio del paro. Toda esa gente se va
al paro y agravas la crisis económica. Cuando
las cosas van mal, la política monetaria debe
intentar que no vayan muy mal y, cuando van
bien, pues que no explote la cosa.
Capital: ¿Sigue siendo
usted un eurófobo? |
"Estados Unidos gana en todas las
peleas. Por eso le
odian" |
Sala i Martín: Aún más. El
Banco Central Europeo está gobernado por
fundamentalistas monetaristas que no quieren
bajar los tipos de interés. Cuando los
norteamericanos, a raíz de la crisis de marzo de
2000, bajaron los tipos de interés 15 veces en
un año y pasaron a estar por debajo de Europa,
enseguida salieron de la crisis: ya el año
pasado crecieron incluso al 8%. Pero nosotros
seguimos con nuestra gran capacidad para la
autoflagelación y el orgullo, digamos,
cuasisexual, de tener una moneda alta, y por eso
no los bajamos. ¿Y qué sucede? Pues que Francia
y Alemania viven una crisis.
Capital: ¿Cree que la
increíble capacidad de China y de India de
competir en precios va a afectar a la industria
europea? Sala i Martín: En
el mundo hay 6.000 millones de habitantes de los
cuales 2.400 viven allí. Muchas de las cosas que
nosotros producíamos antes, ahora las producen
ellos, pero más baratas. Los chinos y los indios
se llevan los puestos de trabajo, pero todos
ganamos porque nos venden más barato.
Capital: Entonces, ¿es
buena la deslocalización? Sala i
Martín: Adam Smith decía que los países
se tienen que especializar y que el comercio
internacional es bueno. Lo que tenemos que hacer
nosotros es producir estas cosas y vendérselas a
ellos para intercambiar.
Capital: Alguna de las
soluciones que usted ofrece para salir de la
pobreza a los países en vías de desarrollo es
liberalizar más el comercio mundial.
Sala i Martín: Exacto,
exacto.
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"España es el país óptimo para los
abuelitos del norte de Europa"
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Capital: Pero se oponen los
agricultores europeos, que es una especie
protegida. Sala i Martín: Y
peligrosísima, porque éstos son los que te ponen
los camiones en las autopistas y te colapsan la
economía europea en 20 minutos. Pero la solución
al problema del chantaje no es bajarse los
pantalones. Capital: ¿Y
aquí en España qué podemos ofrecer?
Sala i Martín:
Honestamente, no lo sé. Pero creo que debemos
darnos cuenta de que se avecina una
gerontocracia; es decir, millones de abuelitos
ricos a los que les molesta el hielo del norte
de Europa y quieren venir a pasar la mitad del
año a los países donde se juega al golf y hay
sol. Y el país óptimo es éste.
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