Los Problemas M ás Olvidados del Mundo
Accra, Ghana. Enero de 2004. Emmanuel Teteeh Kuadzi acaba sus estudios de
secundaria. Observa que Ghana está experimentando un boom económico y muchas
empresas quieren conectarse a internet. Emmanuel, que es aficionado a la
informática, ve la oportunidad de negocio y crea una empresa de diseño de
páginas web. Primero trabaja solo, pero la faena se le acumula y pronto tiene
que contratar a un compañero… y luego a otro… y en menos de un año, 22 jóvenes
entusiastas trabajan con él diseñando e instalando páginas web.
Frankfurt , Alemania. Enero de 2006. GTZ, una ONG creada por el gobierno alemán
para fomentar el “desarrollo sostenible”, estima que una de las causas de la
pobreza en África es que la ineficiencia de sus empresas les impide crear
empleos bien remunerados. GTZ piensa que una manera de ayudar a aumentar su
competitividad es integrar a esas empresas al ciberespacio. La ONG decide
utilizar a su ejército de voluntarios alemanes para crear páginas web y
regalárselas a todas las empresas africanas que lo deseen.
El diagnóstico de GTZ es totalmente acertado: es cierto que uno de los
principales problemas de África es que sus empresas son ineficientes y no crean
empleo de alto valor añadido. Su acción, sin embargo, no sólo no soluciona el
problema sino que tiene consecuencias catastróficas: gracias a su (sin duda bien
intencionada) intervención, Emmanuel ve como su empresa se arruina y 22 jóvenes
africanos pierden su puesto de trabajo. Seguramente los alemanes nunca se dieron
cuenta del mal que causaron a unos emprendedores que enviaron al paro. De
haberse enterado, seguramente hubieran actuado de manera distinta. Por ejemplo,
si en lugar de utilizar voluntarios alemanes para producir las páginas web
gratuitas, GTZ hubiera contratado a la empresa de Emmanuel para que las diseñara
y después las hubieran regalado a las empresas africanas, la ONG alemana habría
obtenido el mismo objetivo (que no era otro que las empresas africanas tuvieran
sus páginas web) sin acabar matando esa iniciativa empresarial que África tanto
necesita.
La Navidad despierta en todos nosotros el espíritu más benevolente. Durante
estas fechas realizamos acciones solidarias que no hacemos durante el resto del
año. Esta es una de las razones por la que Televisió de Catalunya, hace
anualmente y desde 1992 una maratón televisiva que canaliza las donaciones de
los ciudadanos hacia la investigación de enfermedades incurables como el dolor
crónico, el alzeimer, la diabetes o, como es el caso de este año, las
enfermedades cardiovasculares. La recaudación anual desde el 1996 no ha bajado
de 4 millones de euros y alcanzó un récord de más de 7 millones en 2005.
Ayer tuvo lugar la Marató 2007. Escribo este artículo desconociendo cual ha sido
la recaudación final, pero seguro que habrá superado los 6 millones.
La idea de fomentar la solidaridad a través de TV3 es buena. Pero sorprende que
se dedique el dinero a la investigación médica cuando, si analizan los datos, se
ve que la industria farmacéutica global
es una de las más ricas y rentables del planeta: las 50 primeras empresas
farmacéuticas ingresan 570.000 millones de dólares anuales, ¡más del doble de lo
que ganan anualmente todos, repito, todos, los ciudadanos de Catalunya juntos!
Esas 50 multimillonarias empresas dedican anualmente unos 90.000 millones de
dólares a la investigación: ¡unas 15.000 veces más de lo que recauda TV3 con su
maratón!
Los problemas médicos de los ciudadanos más ricos del mundo, pues, parecen
recibir una atención adecuada por parte de la industria farmacéutica. Y es que
las empresas saben que, al ser sus clientes ricos, acabaremos pagando por
vacunas que curen nuestras
enfermedades, por pastillas que alivien
nuestro dolor o por procedimientos que mejoren
nuestra situación cardiovascular, por
lo que les es rentable invertir en I+D.
A todo el dinero privado hay que añadir lo que gastan los gobiernos de los
países ricos. Sólo el National Institutes of Health de los Estados Unidos
financia a 325.000 investigadores de 3.000 universidades, centros médicos o de
investigación con un presupuesto global de 28.000 millones de dólares. Y eso es
sólo lo que gasta el gobierno norteamericano y no tiene en cuenta lo que gastan
los gobiernos de todos los países europeos más Japón.
El problema de todo esto es que, al utilizar un medio tan potente como la
televisión recaudar dinero, TV3 acaba desviando seis millones de euros que los
catalanes podrían dedicar a financiar otro tipo de proyectos como la educación
de niños pobres o el tratamiento de enfermedades que afectan solamente a
ciudadanos africanos pobres. De alguna manera la Marató de TV3 acaba “quitando”
dinero a proyectos importantes que reciben poca financiación para dárselo a
proyectos igualmente importantes… pero que acabarían siendo financiados por
multinacionales farmacéuticas o gobiernos occidentales ricos. Lo que nos
devuelve al caso
de la ONG alemana GTZ: las buenas intenciones no siempre
conllevan resultados satisfactorios.
Como ciudadano de Catalunya, estoy orgulloso de que TV3 utilice su enorme poder
de disuasión para fomentar la benevolencia individual y voluntaria de los
ciudadanos de nuestro país. Mis preguntas navideñas para las autoridades de TV3
son: dado que las multinacionales farmacéuticas y los gobiernos ricos dedican
más de 20.000 euros por cada euro que recauda TV3: ¿qué impacto real acaba
teniendo la Marató? ¿No sería mejor dedicar la recaudación a solucionar los
problemas más olvidados mundo? December 17th, 2007 Back to Sala-i-Martin's Articles EN CATALÀ Back to Sala-i-Martin's Articles EN ESPAÑOL
Xavier Sala-i-Martín és Catedràtic de Columbia University i Professor Visitant de la Universitat Pompeu Fabra © Xavier Sala-i-Martín, 2007
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