Capítulo 3: La hegemonía cristiana en la península (siglos XIII-XV)

convivencia

Otro poderoso mito de la historiografía sobre la Península Ibérica es la noción de que hubo una convivencia ideal de las “tres culturas”—cristianos, judíos y musulmanes—durante gran parte de la Edad Media y que esta convivencia representó algo único en su momento. Es cierto que hubo un grado notable de interacción pacífica, mayor que en cualquier otro lugar de Europa, entre los miembros de estos tres grupos en las distintas etapas de la historia de la península; pero esta visión de la Edad Media ibérica resulta demasiado simplista. En efecto, lo que se alaba como tolerancia durante el Califato de Córdoba tiene claros paralelos en otros territorios prósperos de dominio musulmán en los que la coexistencia pacífica de cristianos, judíos y musulmanes era la norma (aunque no hay que olvidar que tenían que pagar impuestos especiales a los dirigentes musulmanes, al igual que los judíos en territorio cristiano). La masacre de judíos en el emirato de Granada en 1088, la expulsión de judíos bajo la presión de los almohades en el siglo XIII o las leyes redactadas bajo Alfonso X que limitaban las libertades de súbditos musulmanes y judíos son clara evidencia de que ser miembro de una minoría cultural en esta época conllevaba siempre una serie de desventajas importantes.