Capítulo 7: El imperio en crisis (siglo XVII)

Arquitectura barroca en España y América (s. XVII y principios del s. XVIII) (Haz clic en las imágenes para verlas con más detalle. En algunos casos, hacer clic una segunda vez permite ampliarlas aún más.)

fachada Obradoiro

El gusto por la complejidad, el dramatismo, la grandiosidad y la fantasía exuberante en las artes y las letras del siglo XVII se siente en todos los campos. Uno de los más públicamente visibles fue, como siempre, la arquitectura, con la cual la Iglesia y la aristocracia manifestaban su poder político y económico. Sin embargo, las radicales transformaciones que se sintieron en las demás artes tardaron algo más en imponerse en la arquitectura, y lo que se considera arquitectura típicamente barroca es la que se construyó sobre todo a finales del siglo XVII y durante la primera mitad del siglo XVIII.

Algunos rasgos característicos de la arquitectura barroca son:

* El rechazo a la simplicidad clásica. (Recuérdese cómo la arquitectura del XVI solía emplear las formas geométricas más básicas). No desaparecen las formas clásicas (columnas, arcos, etc.), pero se transforman de manera fantasiosa. A veces el edificio llega a ser como una gran escultura.
* Se adoptan formas geométricas inusitadas, por ejemplo elípticas y ovaladas.
* Se busca el dinamismo en la organización del espacio y la grandiosidad a menudo pretende sugerir el infinito, por ejemplo en las bóvedas de las iglesias.
* Se busca el dramatismo como si los edificios fueran una especie de escenografía teatral.
* Se buscan efectos luminosos, a través del claroscuro.
* Se muestra una gran riqueza decorativa, con formas curvilíneas y abundante ornamentación.

Aquí se ofrece una muestra de algunos edificios notables en España y América. La primera imagen es un cuadro contemporáneo del antiguo Palacio del Buen Retiro, construido para Felipe IV a instancias del Conde-Duque de Olivares —en tierras que habían sido suyas— entre 1630 y 1640. Este palacio dio nombre al actual parque del Retiro en Madrid, que corresponde a los antiguos jardines. Los únicos edificios que permanecen en pie son el antiguo Salón de Reinos (la segunda imagen, hasta hace poco sede del Museo del Ejército) y el llamado Casón del Buen Retiro que pertenece ahora al Museo del Prado. (La mayor parte del conjunto palaciego fue demolido en el siglo XIX debido a su estado de deterioro y tras una explosión durante la ocupación francesa de Madrid en 1808. El Casón del Buen Retiro tiene ahora una fachada neoclásica de principios del siglo XIX.) El palacio muestra todavía la influencia de Herrera, arquitecto de El Escorial, pero el estilo es menos severo. Se concibió como un gran "teatro" para la realeza, con amplias plazas y espacios abiertos, aptos para los desfiles y celebraciones. Las dos primeras iglesias abajo —la de San Isidro en Madrid (1620-1664) y la Catedral Metropolitana de México (comenzada a finales del siglo XVI y dedicada en 1667)— también reflejan la primera etapa del barroco en la que las formas son más sobrias y todavía recuerdan aspectos de estilos arquitectónicos del siglo XVI. La Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, erigida en las antiguas afueras de la ciudad de México, en la colina de Tepeyac, se construyó entre 1622 y 1709; la ornamentación de la fachada y la mayor ligereza de la estructura ya muestran los signos de la estética de finales de siglo. (Véanse las imágenes de pintura americana en las "Lecturas" para una cuadro de la época que representa este edificio.)

Palacio Buen Retiro. Buen Retiro. San Isidro (Madrid). Catedral Metropolitana. Basílica Guadalupe

Los demás edificios (y dos retablos) en esta página —con la excepción de la dos primeras imágenes abajo— son todos obras del siglo XVIII, cuando la arquitectura barroca entró en su fase más desarrollada y exuberante. La primera imagen es de uno de los ejemplos más sobresalientes del barroco: la Capilla del Rosario en la Iglesia de Santo Domingo en Puebla, México. Las paredes y techo están recubiertos de una elaboradísima ornamentación de yeso y oro. Esta capilla se decoró entre 1690 y 1700.

Se suele hablar del estilo churrigueresco en la arquitectura española y americana de esta época, por el apellido de tres hermanos arquitectos (Churriguera) que impulsaron este nuevo estilo de finales del siglo XVII y principios del XVIII. Los retablos en los altares suelen hacer eco de las tendencias arquitectónicas de la época, y los del barroco no son una excepción. La segunda imagen es del retablo del Colegio de San Esteban en Salamanca, obra de José Benito Churriguera (1692); nótese la ornamentación y la forma retorcida de las columnas. El segundo retablo, conocido como el "Retablo del Cristo de las Batallas", está en la catedral de Salamanca y es obra de Alberto Churriguera (1734), el tercero es el Altar del Perdón de la catedral de México (1735).

La cuarta imagen, la llamativa fachada de la catedral de Valencia (de 1703), muestra el gusto por formas geométricas muy diferentes a las del estilo neoclásico del siglo XVI. La imagen a la derecha, la Plaza Mayor de Salamanca (1728-35) es obra de Alberto Churriguera. (La fachada central corresponde al Ayuntamiento, construido entre 1749 y 1756.)

retablo, Colegio S. Esteban (Salamanca). retablo, Colegio S. Esteban (Salamanca). retablo, catedral de Salamanca. Altar del Perdón. Valencia. Plaza Mayor Salamanca

Murcia

Compárese el aspecto teatral de la fachada de la catedral de Murcia, construida entre 1736-53 (a la izquierda), con el teatro romano de Mérida. La fachada de la catedral de Santiago, conocida como la Fachada del Obradoiro (a la derecha), es uno de los edificios barrocos de más renombre en España. Se construyó entre 1739 y 1750. (La gran imagen al principio de esta página es de la misma iglesia.)

Obradoiro

Los edificios más tardíos muestran una ornamentación progresivamente más elaborada. El estilo barroco tardío a menudo se denomina rococó. Las últimas imágenes son de la Cartuja (monasterio cartujo) en Granada, elementos construidos entre 1727 y 1764 (dos imágenes: la sacristía y una cúpula del sagrario); la Iglesia de la Compañía en Quito, de 1722-65 (véase este enlace para imágenes del interior); la iglesia de Santa Prisca en Taxco, México (acabada en 1748), y el Sagrario de la Catedral de México (1749-1768), anejo al edificio principal. Se verá otra iglesia que corresponde a esta estética, la de Santa María en Tonantzintla, en el siguiente apartado.

Cartuja Granadacúpula CartujaCompañía (Quito)Santa Prisca (Taxco)Sagrario (catedral México)