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ECONOMÍA
REFLEXIONES SOBRE EL MODELO ECONÓMICO CATALÁN / 9
"Eso de ser españoles nos sale muy caro"
La Vanguardia - - 04.00 horas - 30/01/2002
DOLORS ÁLVAREZ
GUSI BÉJER

¿Cataluña pierde peso económico? Para el economista Xavier Sala i Martín, profesor en las universidades de Columbia y Pompeu Fabra de Barcelona, "éste es un debate desenfocado". "Si al decir que Cataluña pierde peso se refiere a que la economía catalana cada vez está peor, la respuesta es un rotundo no. Si se refiere a que podría ir mejor, la respuesta es que sí. Pero mucho me temo que la pregunta implícita es si la economía de Madrid va mejor. Y aquí la respuesta es quizás. Ahora bien, ¿y qué? ¿A qué viene esa obsesión por compararse con Madrid? Si Helsinki o Seattle van bien, ¿también dirán que perdemos peso en Europa y en el mundo?"

Admite, no obstante, que hay problemas en la economía catalana: "¡Todas las economías los tienen! Y en el campo de la relación administrativa con España, Cataluña tiene uno muy grave: el del déficit fiscal. Los ciudadanos y las empresas catalanas pagan impuestos europeos y reciben infraestructuras latinoamericanas. Es decir, pagan unos impuestos muy elevados (cosa que reduce la competitividad) y, a cambio, reciben pocos servicios públicos e infraestructuras(cosa que, de nuevo, hace reducir la productividad). La diferencia es el famoso déficit fiscal que los sucesivos gobiernos de Madrid insisten en minimizar. Los economistas del crecimiento, entre los que me incluyo, saben que esto puede tener consecuencias muy negativas a largo plazo".El défici fiscal es, a su juicio, "el mayor reto al que se enfrenta la economía catalana cara a su desarrollo en los próximos 25 años. La economía catalana no va mal, pero iría mucho mejor si el trato fiscal fuera justo. Si, desde que se reinstauró la democracia, los catalanes hubiéramos tenido el mismo trato fiscal que los vascos, hoy seríamos la cuarta región más rica de Europa. Eso de ser españoles nos sale muy caro". Pero también advierte que "no todos los problemas vienen de Madrid. Por ejemplo, la empresa catalana es demasiado pequeña. Los empresarios catalanes siempre han preferido ser cabeza de ratón que cola de león. Un modelo de desarrollo basado exclusivamente en pymes y sin grandes empresas es un modelo cojo".

"Otro problema -añade- es el de cómo gastan nuestras autoridades locales el (poco) dinero que tienen. El aumento de la inseguridad ciudadana en ciudades como Barcelona demuestra, por ejemplo, que nuestros ayuntamientos no administran bien los recursos."

No considera relevante el traslado de sedes sociales: "A mí denme los centros de investigación y los puestos de trabajo y que se queden ellos con las sedes sociales, que no son más que un par de secretarias, un cuadro de Goya y una gran gala anual. Por el contrario, se muestra preocupado por el capítulo de infraestructuras: la falta de infraestructuras recorta nuestra productividad. Por ejemplo, el tema de las autopistas: las empresas catalanas pagan unos elevados impuestos parecidos a los que pagan las españolas o europeas. A cambio, estas últimas reciben carreteras y autovías que no son de peaje. ¿Qué reciben las empresas catalanas a cambio? Nada. Bueno, eso no es cierto. El Gobierno de España pone al servicio de los catalanes que quieren ir de Barcelona a Europa, a Tarragona y Valencia, la nacional II: una carretera tercermundista con un semáforo en cada pueblo. ¡Eso es lo que España considera un servicio aceptable! Conclusión: la empresa catalana acaba pagando unos elevados impuestos y, encima, debe pagar unos bonitos peajes que recortan su competitividad. Ése sí que es un problema".

¿Será Barcelona una capital o una ciudad de provincias atractiva turísticamente? "Barcelona -señala- nunca será capital de Estado a no ser que Cataluña pase a ser un Estado. Pero, ¿y qué? ¿Cuál es el problema económico de no ser una capital? Tampoco lo son Milán, Nueva York o Francfort. ¿Puede ser una capital económica? ¿Por qué no? Y, ¿qué hay de malo en ser una capital turística? La primera fuente de ingresos de California no es la tecnología de Silicon Valley sino el turismo. Ahora bien, Barcelona no será capital de nada si el crimen y la inseguridad siguen su escalada."

Xavier Sala i Martín considera que Barcelona ya goza de proyección exterior "aunque podría tener más" y se muestra contrario a subvencionar el vuelo Barcelona-Nueva York, a pesar de que, según explica, lo utiliza una vez al mes. "Lo que hay que hacer -explica- es crear más negocio y más atractivos en Cataluña y construir un aeropuerto con el objetivo de que alguna compañía europea ponga su centro mediterráneo en Barcelona. Cuando haya demanda por volar a Barcelona, entonces ya pondrán más vuelos a Nueva York sin necesidad de subsidios. Primero se debe dar proyección exterior, para que sigan los vuelos a Nueva York. No al revés."
 
 
 
Xavier Sala i Martín
Xavier Sala i Martín, de 38 años, es doctor en Economía por Harvard y en la actualidad es catedrático de Economía de la Universidad de Columbia de Nueva York y profesor visitante de la Universitat Pompeu Fabra, de Barcelona.




[Viernes, 25 de enero de 2002]



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