Capítulo 3: La hegemonía cristiana en la península (siglos XIII-XV)

Edad Media

Convencionalmente se aplica el término de Edad Media (o Medievo) al período a partir de la caída del Imperio Romano de Occidente en el siglo V hasta la organización de las grandes monarquías absolutistas (España, Francia, Inglaterra) a principios del siglo XVI. Este período está caracterizado a grandes rasgos por la fragmentación política de Europa en pequeños reinos y principados; por el dominio ideológico de la Iglesia (que a su vez constituía una importante entidad política); por una economía principalmente agraria, basada típicamente en un sistema de explotación denominado feudalismo cuyo objetivo no era la exportación de excedentes sino el mero autoabastecimiento del feudo de cada señor; y por una rígida organización jerárquica de la sociedad en estamentos (aristocracia, clero, y campesinado, según las tradicionales divisiones de la época que ocultan las complejidades sociales que en realidad existieron; ing. estates). El término, por otra parte, es una obvia simplificación de mil años de historia. La situación particular de la Península Ibérica (por citar solo un ejemplo sobresaliente) refleja hasta qué punto esta designación resulta demasiado simplista. No obstante, el término es de uso general. Para ser preciso, se suele hablar de la Alta Edad Media (476-1000) y la Baja Edad Media (1000-1500), aunque por supuesto esta división también resulta insatisfactoria dados los importantes cambios históricos en todo este período.